Arte Heladero / hemeroteca
En portada: Irene Iborra
La razonable emocionalidad del helado
Un helado que evoca el mejor recuerdo de los novios en su boda, de Irene Iborra; la sensación de probar un sorbete de naranja tan nuevo como explosivo, de Albert Soler y David Gil; un postre helado que explica una buena historia sobre la ciudad de Kaliningrado, de Grachev Artem, del restaurante Oblaka … Todas estas propuestas tienen un denominador común, las variadas emociones que despierta el helado. En él conviven extremos tan opuestos y complementarios como la razón que impera en la formulación, y las emociones que despierta la degustación de un helado. Y es precisamente esta vertiente emocional que evoca un helado la protagonista de Arte Heladero 216. Irene Iborra, de Mamá Heladera, simboliza a la perfección esa doble cara de una misma moneda en la que convive como en ningún otro producto razón y emoción, cálculo y recuerdos.
Arte Heladero 216 / [II/2024] mar-abr
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