La madurez profesional de Antony Prunet cada vez es más perceptible, tanto en sus apuestas de sabores, dominadas por ingredientes tan refrescantes como la frambuesa o los cítricos, y que cuentan con una o dos parejas de viaje a lo mucho, siempre encaminadas a reforzar su atractivo pastelero; cuanto en el diseño y presentación de sus trabajos, con un estilo propio cada vez más característico y reconocible. En el territorio helado gusta por emular frutas como la naranja, el limón o la manzana, para convertirlas en postres individuales elegantes y exclusivos.

Antony Prunet está en un momento crucial de su carrera. Después de su papel como responsable creativo de la pastelería Maison Guignard de Arcachon (Francia), se ha situado al frente de la partida pastelera de los hoteles La Co(o)rniche y Ha(a)ïtza de la bonita localidad costera francesa Pyla-sur-Mer, en la región de Burdeos. Detrás de este salto profesional, existe un ambicioso proyecto que tiene que cristalizar en una oferta pastelera de autor con establecimiento propio.