La Fabrique Givrée amplía su carta con barritas y bastoncitos de gofre
Hace tiempo que la oferta de La Fabrique Givrée ha superado los límites del helado a granel de las heladerías al uso. Jérémie Runel sabe bien, además, que no sólo de novedades navideñas se vive, por lo que no deja de ampliar su extensa carta con los más variados productos helados. En este sentido, una de las líneas más dinámicas son las “Creaciones del Chef”, un surtido de elaboraciones tan originales como golosas. Una de ellas es los Bastoncitos de Gofre, que se pueden untar con salsas variadas, como caramelo, confitura de frambuesa y crème de marron.
Por otro lado, una de las colecciones más interesantes en formato y concepto son Les Kifs du Chef, barritas pensadas para continuar disfrutando de helado en una presentación más lúdica y para consumir entre 3 personas (450 ml). La colección intenta cubrir algunas de las tendencias de consumo más marcadas en La Fabrique Givrée, pero también recorre los sabores más demandados por la clientela. Los Kifs también recogen la afición de Runel por los sabores de tradición árabe y de Oriente, inquietudes constantes en la trayectoria de Runel.
Una de las referencias es Kif Chocolover, un guiño en toda regla a los aficionados al chocolate, a base de caramelo fondant, helado de chocolate negro origen Vietnam, helado de chocolate con leche Jivara y streussel de cacao y sésamo negro. Para los amantes de los clásicos se ofrece Kif Mont-Blanc, una interpretación helada de la especialidad pastelera. Se compone de confitura de arándanos o mirtilo, sorbete de pera Williams, merengue crujiente y éclats de marron glacés (castaña confitada AOP- Appellation d’Origine Protégée- de la localidad francesa de Ardèche).
Otra de las inspiraciones pasteleras es Kif Tarte au Citron, una versión helada que siempre levanta pasiones entre una parte importante de la clientela. Combinación idónea entre acidez, suavidad y frescura, lleva una sablé de almendra, un sorbete de limón-miel, y merengue esponjoso de bergamota.
Runel no se ha olvidado tampoco del caramelo, un producto que no puede faltar en las heladería y pastelerías francesas. La propuesta del chef es Kif Caramel Addict, con sablé bretón, helado de caramelo y flor de sal, caramelo coulant, helado de vainilla de Tahití y cacahuetes caramelizados.
La línea de Kifs se completa con Habibi, la cuota árabe que suele dedicar Runel a la tradición gastronómica árabe. “Habibi” significa amor en árabe y pone nombre a esta creación, a base de crujiente de praliné, helado de pistacho de Irán, helado de dátiles de Medjool, flor de naranjo, anacardos y pistacho caramelizados.
