Fidel y Mónica López vienen de tradición pastelera. Hoy están al frente del Grupo Juarreño de pastelería y restauración que opera en Burgos. En 2013, ambos hicieron realidad su sueño, abrir una heladería muy coqueta que recogiera la fiebre del helado soft, pero marcando la diferencia con creaciones de autor. Así, versionando las recetas de los helados que llevaban mucho tiempo haciendo en la Pastelería Juarreño de la familia. A una oferta base, reducida y muy seleccionada, que gira en torno a la frambuesa, el chocolate y la vainilla, se suman helados soft gastronómicos como el de yogu con salsa de manzana reineta del Valle de las Caderechas, y otras originales creaciones en formato como las Hamburcrem, divertidas hamburguesas heladas. Así sobre sabores reconocibles, Fidel y Mónica López han sabido potenciar el helado soft con salsas, coulis, nubes, y perlas crujientes que han tenido una muy buena acogida en su ciudad. 

Sin embargo, en 2016 llega a su fin este proyecto innovador en el panorama heladero nacional. Tal y como asegura el propio Fidel, la climatología de Burgos hacía difícil mantener este concepto de negocio abierto todo el año.