I am not a gelato, del reconocido heladero italiano Paolo Brunelli, va a contracorriente. Evidentemente salir al mercado profesional con una obra que no tiene recetas es toda una declaración de intenciones, una provocación en toda regla. Pero aquí el verbo “provocar” adquiere el sentido de estimular la creatividad que tanto necesita este oficio para acercarnos al helado desde una perspectiva distinta, alejada de la de un simple recetario.
El valor de esta obra es la de servirnos en bandeja la mirada de un heladero y chocolatero que concibe su oficio de una forma poco habitual, donde la innovación, la imaginación y la creatividad se expresan de manera natural en el helado.
I am not a gelato plasma algunas de las líneas de trabajo más sugerentes de Brunelli buscando nuevas formas de degustación y expresión en el helado. Así ocurre cuando establece paralelismos aparentemente imposibles entre la carbonara y su gelato a la mandorla del Val di Noto, o cuando introduce en el helado productos tan italianos como el queso de búfala y la pizza con sus aromas de albahaca, tomate y aceite, o con propuestas de degustación tan sugerentes como un helado que juega con el canelón de ricotta, ortiga y oliva all'ascolana. La obra también regala momentos especialmente brillantes como la evolución de un clásico como la stracciatella llevado al postre en plato. El resultado es una elegante y sofisticada propuesta de una geometría perfecta que transporta el helado a un terreno vanguardista.
Así, este libro de la editorial Maretti, que distribuye nuestro sello editorial Books for Chefs, marca distancia con otros proyectos editoriales porque invita a olvidarnos por unos instantes de las recetas para innovar en el helado a través de la creatividad. Una creatividad que en la mente de Brunelli se despliega en dos vertientes, formatos y conceptos.
