Mont Blanc, fruta de temporada y viaje exótico en los troncos helados navideños de Glacier Ness
En un año difícil como éste, Yoann Hasselbein y Anthony Chesneau han querido crear una colección navideña que incluye pasteles, pan de jengibre y tres espectaculares bûches helados con aromas reconfortantes y gourmets. Como es habitual en la metodología de trabajo en Glacier Ness, en el proceso de creación no han faltado risas, intercambio de opiniones e ideas alocadas muy acertadas.
Hasselbein y Chesneau reconocen que hasta el último momento no sabían si podrían abrir la heladería debido al coronavirus, así que han tenido que reaccionar rápidamente para elaborar estas tres piezas que seguro fascinanarán a sus clientes.
En el bûche Mont Bl’Ness (la foto se puede ver en portada) reinterpretan el tradicional Mont Blanc. En él encontramos un merengue crujiente y un helado de castañas de Ardèche, acompañado de crema helada de vainilla de la Isla de la Reunión, todo ello realzado por el toque de acidez que aporta un confit de grosella negra.
Por su parte, en el bûche Tropik'Ness, "el objetivo es hacer que nuestros consumidores viajen directamente debajo de los cocoteros con aromas exóticos, como una forma de escapar y de ir de vacaciones", aseguran. Está formado por helado de coco orgánico, sorbete de mango orgánico, con un bizcocho suave enrollado de lima adornado con mermelada de piña colada. El toque ligeramente ácido lo da un fino glaseado de maracuyá. Todo reposa sobre crujiente de coco / lima .
Por último, en el bûche Poire Belle’Ness "hemos trabajado con pera, fruta de temporada, en forma de sorbete y compota y la hemos combinado con el poder de un chocolate grand cru, que es uno de los ingredientes imprescindibles para la Navidad en Francia", explican. Para agregar una buena dosis de placer, un caramelo de nueces lo une todo. Todo esto sobre una crujiente y una galleta de chocolate con avellanas.