Una sofisticada rosa blanca, el lanzamiento navideño de Une Glace à Paris
En la próxima campaña navideña, Une Glace à Paris saca a relucir una vez más su virtuosismo técnico con la creación de una rosa helada completamente tallada con pétalos de chocolate blanco. Una bella y sofisticada pieza con la que el establecimiento, abierto los 365 días e impulsado por Emmanuel Ryon y Olivier Ménard, demuestra una vez más que fusiona a la perfección un espíritu de los siglos XVIII y XIX con un vanguardista concepto de la heladería.
Esta rosa, de sabores afrutados y florales y de texturas sedosas, combina helado de geranio, coco y té verde matcha, crema helada con infusión de arroz de la Camarga, sorbete de fresa Mara des Bois, cremoso de fresa y dacquoise de coco.
Para estas fiestas navideñas, Une Glace à Paris también reedita troncos y vacherins de años anteriores, con un sello muy francés, que despiertan emociones y recuerdos de la infancia. Troncos como el Chouquette, elaborado con vainilla Tahitensis de Islas Mauricio, caramelo de avellana de Piamonte, pasta choux y merengue cremoso de yuzu. Antes de la degustación se debe recalentar en el horno para lograr un hojaldre crujiente y un interior fundido.
Los amantes del chocolate negro disfrutarán con el tronco Tanzania, que asocia chocolate negro 75% de Tanzania con trigo sarraceno y avellanas caramelizadas.
Otra de las elaboraciones a destacar es el tronco Perla Exótica, con un acabado en forma de estuche de almendras, que lleva un sorbete de mango Alfonso, helado de coco, compota de piña, parfait de coco y cremoso de mango Alfonso.
Mientras que el soplo de frescura lo aporta el vacherin helado de lichi y frambuesa, compuesto por un sorbete de lichi de la isla de Madagascar, sorbete de frambuesa Willamette, crema de frambuesa de la Bretaña y merengue crujiente.
Cierra su colección navideña propuestas como el tronco Nuage, con crema helada de caramelo crujiente parisino y sorbete de pera Williams de la Alta Provenza y anís; el tronco Montblanc, con castaña y vainilla ahumada; y todo un clásico de la casa, el Omelette Norvégienne.