La pastelería helada gana protagonismo en la campaña veraniega de Une Glace à Paris
La pastelería helada ya no es únicamente un reclamo comercial fuera de temporada en Une Glace à Paris. Continúa ganando presencia y protagonismo en la carta de una heladería que se ha distinguido por desgranar un estilo neoclásico, que vuelve la mirada a los grandes referentes y a técnicas de decoración del pasado.
En las últimas semanas, Emmanuel Ryon, Mejor Heladero en los últimos Premios a la Excelencia Relais Desserts, y Olivier Ménard han hecho hincapié en su Omelette Norvégienne, Charlotte Helado de Frutos Rojos, Tarta de Frambuesa y Té Verde Matcha y, finalmente, el Nougat Glacé de miel de lavanda.
El Omelette Norvégienne es un clásico de Une Glace à Paris, uno de los productos más emblemáticos. Se compone de babá al ron Saint James, helado de vainilla ahumado a la madera de haya, y cubierta de merengue tierno y flambeado con ron St. James.
El Charlotte Helado de Frutos Rojos está integrado por un sorbete de frambuesa, helado de almendras y galleta.
La Tarta de Frambuesa y Té Verde Matcha es una de las creaciones de Ryon y Ménard que ha despertado más interés en los medios de comunicación. Se basa en un sablé breton de avellana, parfait de vainilla, de té verde matcha y sorbete de frambuesa.
El Nougat Glacé de miel de lavanda es una original combinación de sabores. Se compone de sorbete albaricoque y whisky y gelée de compota de albaricoque.