Paula Giraldo amplía su oferta de helados de paila colombianos
La fórmula colombiana del helado de paila no se agota fácilmente para Paula Giraldo. La cabeza visible de Helados de Paila de mi Pueblo amplía su oferta de sabores realizados con esta técnica ancestral, oriunda de la ciudad de Nariño, en el sur de Colombia. Así, en este primer trimestre del año contarán con interesantes novedades que van más allá de los helados y sorbetes de fruta, con propuestas inspiradas en dulces tradicionales como el arequipe, variedad colombiana del dulce de leche; manjar blanco; arroz con leche; y en frutas autóctonas como la gulupa (maracuyá o fruta de la pasión).
Helados de Paila de Mi Pueblo nace en 2005 con una pequeña tienda en Bogotá. Además de la elaboración de estos helados en la “heladería”, Giraldo cubre todo tipo de eventos con la sencilla maquinaria que necesita para ofrecer estos helados. Tal y como recuerda la propietaria, es una técnica que se trabaja sobre una base de hielo, encima de la que se coloca la paila de cobre, recubierta internamente con una aleación apta para la preparación de alimentos. El cobre es un excelente transmisor del frío, de manera que al batir la crema con espátula sobre la paila que va girando se convierte en helado. La puesta en escena de esta forma tradicional de elaborar helado ante el cliente convierte esta modalidad en un espectáculo, conectado con lo autóctono, lo colombiano y la técnica de la paila.
Otros helados habituales en la tienda son de frutas colombianas como la badea, el maracuyá, la guanábana, el lulo, el copoazú (amazónica), la guayaba agria, el tamarindo, uchuva, y hortalizas como la zanahoria. Otros clásicos como la mora, la fresa y la vainilla también se ofrecen en la carta. Asimismo, se sirven tanto en cucurucho como en tarrinas, envases de medio litro y litro en envases ecológicos.