El lingote y el pastelito de Gloria, en la campaña turronera de Can Soler
La heladería Can Soler está inmersa en la Navidad con un surtido amplio y variado de turrones que prolonga la tradición jijonenca. Sin embargo, Albert y Carles Soler han incorporado novedades en el formato de venta para adaptarse a unos hábitos de consumo que también cambian por Navidad. De ahí que esta campaña sorprendan con la versión lingote de sus turrones tradicionales, una familia de productos muy amplia.
Así se pueden encontrar, al menos, tres subfamilias de turrones, Jijona, chocolate y mazapán. Las de Jijona comprenden Jijona refinado, Jijona a la piedra (ausencia de miel y huevo y por su característico sabor a canela y limón), Alicante, torta de Alicante, minitorta de avellanas Baix Camp y turrón de cacahuete. Los chocolateros pueden escoger entre chocolate con leche y almendras; negro con almendras; negro con avellanas; chocolate con leche y arroz inflado; whisky, Cointreau y café, entre otras referencias. Además del que únicamente lleva mazapán, esta gama también se compone de otros clásicos como fruta confitada, nueces, yema quemada, yema con canela, coco, y coco con chocolate.
Sin salir de las elaboraciones navideñas realizadas con mazapán, Can Soler también propone una especialidad más desconocida pero también muy típica de Jijona, el “pastisset de Gloria”. Se trata de un pastelito de mazapán y boniato que originalmente era elaborado por las mujeres de la fábrica de Jijona de la familia Soler. Destacan por su melosidad y por un “dulzor nada excesivo”, comentan desde la familia turronera. Esto se debe, explican, a lo que los turroneros denominan “careo”, que consiste en cubrir el pastelito de clara de huevo antes de hornearlo y rebozarlo posteriormente.