La Martinière se abre paso en la campaña estival francesa con su religiosa

Hace tiempo que venimos diciendo que La Martinière es una de las heladerías más finas y elegantes de Francia. Su pastelería helada es una de las divisiones de producto más potente, en la que seguro tiene que ver la joven promesa de la heladería y de la escultura de hielo en ese país, Anthony Dumas. La entrada del verano ha sido el marco idóneo para reivindicar el sorbete a través de la adaptación de un clásico de la pastelería francesa, la religieuse, la religiosa. Esta versión helada es la gran novedad de campaña.

Sorbete de casis, sorbete de lichi, corazón de coulant de casis y sablé de violeta, es la fórmula mágica de una exquisita elaboración que pone de manifiesto que la presentación no es un problema en un producto donde el sorbete es el protagonista claro.