Philippe Faur se lleva el Open des Desserts Glacés
El Open des Desserts Glacés, realizado en el marco de la feria Sirha, pone punto final a su séptima edición con la victoria de Philippe Faur. Tras él, la segunda plaza ha sido para Jérôme Cellier, y la tercera para Yoann Hasselbein. Bajo el tema del mar, los seis candidatos (los otros tres fueron Franck Fouchereau, Boris Lusseau y Thanh-Duy Mai) tuvieron que realizar en 7 horas dos tartas para 8 personas, una escultura de hielo y una pieza de nougatine. Esta consolidada competición francesa tuvo un jurado de excepción, cuyo presidente fue el MOF glacier Joseph Aimar (Meilleur Ouvrier de France Glacier 1976), así como a otros importantes profesionales de la relevancia de Jean-Paul Duchamp, Luc Debove, Gérard Chatenet, Gilles Tissier, Catherine Racaniere, André Guillot, Philippe Hiriart, y Didier Stephan. La competición también contó con el patrocinio del la Confédération Nationale des Glaciers de France (CNGF) y la Association Nationale des Sculpteurs sur Glace Hydrique.
Pese a no conseguir coronarse MOF Glacier en su día, la aparición de Philippe Faur en la portada de la revista francesa Gault & Millau, en el primer puesto del ranking de heladerías francesas elaborada por esta influyente publicación gastronómica, ya le apuntan como una de las figuras emergentes en Francia en los últimos años. Ahora su victoria en la séptima edición del Open des Desserts Glacés le consagra también entre los heladeros con una trayectoria más consolidada.
Tras estudiar en Lenôtre y Bellouet Conseil, Philippe Faur crear su propia empresa en 1998, abriendo obrador propio en Caumont, en los alrededores de Saint Girons. Las heladerías Philippe Faur van creciendo con la apertura en diferentes tiendas, dos en Toulouse, una en Albi y en Aix-en-Provence. Como suele decir el propio Philippe Faur, "detrás de la calidad de un producto, hay un hombre con su historia". Es una frase que resume la filosofía heladera de un profesional entregado a su oficio y que ha sabido rodearse de un equipo de expertos en áreas que a un artesano se le escapan. Aspectos como la trazabilidad y la nutrición están perfectamente ligados para ofrecer la máxima calidad. La creación de gamas como la de los helados salados y los sorbetes con un 92% de fruta le han hecho valedor de reconocimientos y le han dado pequeñas victorias frente a la estacionalización del helado.