Ejerce como licenciada en Psicología hasta 2002, cuando se incorpora a la heladería del negocio familiar. Aquí trabaja hasta 2015 cuando abre con su marido su propia heladería denominada Delnano, en Alicante, un establecimiento propio dedicado al helado fresco, de elaboración diaria.

Su formación comienza con los heladeros italianos Andrea Stortini y Stefano Ferrara y en 2021 da el salto al Curso de Experto Universitario en Elaboración Artesanal de Helados de la Universidad de Alicante. Su investigación, titulada Helados clean label y tutorizada por Pablo Galiana, logra el Premio Arte Heladero al Mejor Trabajo Fin de Estudios 2021. Y lo hace con una interesante aproximación a la etiqueta limpia, una tendencia que busca recetas más sencillas y fácilmente comprensibles por el consumidor, donde los ingredientes más ultraprocesados puedan ser sustituibles. Y todo esto sin restar valor a un helado que siempre debe ser de gran calidad sensorial. En concreto, Margarita Hernández pone el foco en la identificación de alternativas al neutro convencional a partir de una de las recetas más sencillas, el helado de nata. Una comparativa en la que recurre a otro tipo de estabilizantes, que ayudan a aportar estabilidad a la estructura del helado.