Heladería La Romana, aterriza una nueva franquicia
En 1947, de la mano de la familia Zucchi, nació en Rimini (Italia) la Heladería La Romana. Desde entonces, este establecimiento que apuesta por el helado artesano de alta calidad ha derivado en una franquicia que cuenta con 22 establecimientos heladeros en países como China o Rumanía. La expansión ha acabado finalmente por llegar a España gracias a la iniciativa de las hermanas Paola y Juliana Panzani, que han obtenido la masterfranquicia.
El primer establecimiento de La Romana en nuestro país se encuentra en la Avenida Olímpica de Madrid. De diseño vintage y con el obrador a la vista, esta heladería apuesta por lso ingredientes frescos, de temporada, sin conservantes ni colorantes. El compromiso de la firma es que los helados no se mantengan en vitrina más de 48 horas después de su realización.
Los descendientes de la familia Zucchi apuntan que "han sido nuestros clientes, los que han despertado el deseo de crear una empresa capaz de realizar el proyecto franchising, la causa del nacimiento de Romana Franchising Group".
Para comenzar un establecimiento en esta franquicia se necesita hacer una inversión de entre 100.000 y 150.000 euros, destinados a la reestructuración y decoración del local, así como la maquinaria necesaria; y otros 10.000 euros como cuota fija para pagar los costes de consultoría, que incluyen asesoramiento en la elección de la situación del establecimiento, el proyecto de decoración, así como la formación del personal que formará parte de la plantilla.
Esta franquicia no pide ningún royalti y se encarga directamente de distribuir entre todos los franquiciados los productos para elaborar los helados. Según la central la facturación media anual es de 250.000 euros. Los metros cuadrados ideales de un establecimiento La Romana varían desde los 70 a los 150 metros cuadrados.
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