El helado siempre ha jugado un rol importante en la trayectoria del pastelero japonés Takashi Ochiai, aficado en Barcelona. El de té verde ha estado entre los productos con mayor salida en la Pastelería Ochiai desde los primeros años y marca el inicio de su relación con el helado. A partir de aquí el helado va a ser una de las especialidades con mejor acogida entre las elaboraciones destinadas a la restauración, un área de facturación que va a ir creciendo en porcentaje hasta representar una parte muy importante del negocio familiar. Y es que la restauración se ha convertido en una de las principales razones que impulsan la apertura de Aula Ochiai, en diciembre de 2016. En este obrador, Takashi Ochiai dispone de espacio para incrementar su producción de helado y chocolate. De ahí que además de la formación el helado se convierta en el protagonista de la nueva tienda y que instale una vitrina para el helado con tubos de glicol.

En la primavera de 2017, la entrada en escena del kakigori, una especie de granizado típicamente japonés, refuerza el protagonismo que está adquiriendo el helado en los establecimientos de venta al público de Ochiai. Se trata de un producto muy popular en Japón que se elabora con maquinaria tradicional y unas cuchillas especiales que afeitan bloques de hielo para producir un granizado muy fino. Se acompañan con variados toppings de elaboración propia y siropes saborizados de manera artesana. Su último paso en heladería se produce a finales de 2019, cuando transforma el Aula Ochiai en una heladería, especializada en helados de productos japoneses. El nuevo establecimiento, Kurimu, también dispone de una carta de postres helados para la restauración con elementos típicos de la pastelería tradicional japonesa, denominada wagashi.