Cada vez es más habitual encontrarnos con heladerías que se reinventan para ofrecer helados en combinación con otros productos para probar fortuna fuera de la temporada estival. Helados en compañía de gofres hojaldrados, cortes helados presentados con galletas de masa de cigarrillo, pastelería helada, brioches planchados rellenos de helado, bambas combinadas con helado y un variado surtido de productos complementarios permiten alargar la campaña más allá del verano. Los negocios tradicionales, que vivían del verano y reinaban en solitario a lo largo y ancho del sector, conviven ahora con un número creciente de heladerías que se están reformulando para abrirse paso a través de una paulatina diversificación de producto.
Si en el pasado se hablaba de una tendencia hacia la desestacionalización que únicamente se concretaba en algunas heladerías italianas en España, ahora es una realidad al alza mucho más transversal en el sector. En este número los ejemplos de esta tendencia se van sucediendo a medida que avanzamos en los artículos. Y los discursos que encontramos son cada vez más variados. Prueba de esto son, por ejemplo, los helados denominados “de culto” con los que se presenta en Madrid la heladería recién estrenada de Ricardo Vélez. Propuestas muy personales y gastronómicas por las que siente especial predilección y con las que aspira a seducir a una clientela que busca gastronomía de calidad en un boulevard digno de estudio, Bulbiza. En otros casos como en el de Gelática Ice Concept, de Migue Señoris y Carmen Prado, se trata más bien de mantener abiertas las puertas de la heladería a través de la materia prima de proximidad, las fiestas locales como la Mocadorá y de un ambiente acogedor que quiere ganarse la confianza de un barrio histórico, el Cabañal.
Rocambolesc es, quizás, en la actualidad una de las pruebas más palpables de que se puede mantener una heladería abierta todo el año a través de una oferta pensada para el resto de festividades. El chocolate, los turrones, el panettone, la bombonería, las monas de Pascua, incluso los helados de productos de temporada y sus campañas de lanzamientos especiales en colaboración con series de televisión permiten a la heladería seguir el ritmo de las estaciones y mantener vivo el interés de los clientes.